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¿Por qué nos da miedo hablar en público?
A muy pocas personas les gusta realmente hablar en público y lo disfrutan con naturalidad como un acto de compartir y comunicarse.
Cuando no nos queda más remedio, nos preparamos bien nuestra presentación, ensayamos una y otra vez, memorizamos...y, a la hora de la verdad, nos venimos abajo y hasta puede que nos bloqueemos. Esto nos frustra y no entendemos porqué, después de tanta preparación, no hemos sido capaces de sacar adelante nuestro discurso.
En primer lugar, este juicio tan duro sobre nosotros mismos no es más que eso: una valoración subjetiva. Para la mayoría de los integrantes de tu auditorio, la presentación habrá sido correcta o incluso les habrá gustado. Ellos no sabían lo que tenías preparado, así es que no se pueden fijar o echar en falta algo que se te haya olvidado o no hayas hecho como habías planeado.
Por lo tanto, CALMA!!!!! Si quieres disfrutar más de tus apariciones en público y ofrecer mejores presentaciones, SUELTA!!!!, sé más natural y céntrate sobre todo en compartir con tu público.
A partir de esta premisa, vamos a ver qué nos pasa en los primeros instantes cuando tenemos que hablar en público.
Cualquier inicio, cualquier puesta en escena, cualquier primer contacto, comienza desde el Cuerpo. Somos, en primer lugar, un Cuerpo. Y lo que nos sucede al hablar en público es que nos olvidamos de esto, de manera que nuestro cuerpo, al ser ignorado, se manifiesta y empieza a temblar, a sudar, a moverse involuntariamente, etc.
Comenzamos nuestras presentaciones pensando que solo somos Mente. Después de prepararnos tanto y tan bien el contenido, acudimos a hablar en público como si fuéramos a un examen oral de oposición. Estamos solo en la Mente y nos hemos saltado lo primero: antes que Mente somos Cuerpo. Al nacer, lo primero con lo que nos presentamos es con nuestro cuerpo, y no nos ponemos inmediatamente a hablar. La Mente se va desarrollando con el tiempo.
Pero como el Cuerpo lo tenemos siempre ahí, disponible, obviamos la necesidad de prepararlo. Y se trata de nuestra herramienta más valiosa en nuestras presentaciones. A partir del cuerpo construimos el personaje que mostraremos en la tarima.
Por ello, con lo primero que trabajamos en nuestro Entrenamiento de Técnicas para Hablar en Público, es con la preparación del Cuerpo antes de abrir la boca.
¿Cómo? Hay múltiples técnicas y ejercicios, pero todos ellos tienen como objetivo que, antes de empezar a hablar, tomemos contacto con nuestro cuerpo, con el espacio que nos rodea, con nuestra respiración, con los elementos materiales que voy a utilizar y con el público. A través de las técnicas que practicamos en el Entrenamiento, se adquiere una seguridad y una calma que permiten un mayor centramiento y naturalidad a la hora de comenzar a presentar lo que se ha preparado.
Así, es más difícil que aparezcan bloqueos o que los nervios nos jueguen malas pasadas. Y aún cuando aparezcan de nuevo en mitad del discurso, contamos con las herramientas necesarias para volver a centrarnos en sólo unos segundos. Y por fin podemos comenzar a disfrutar de nuestras presentaciones, con naturalidad y confianza.