¿CÓMO RECIBIMOS LAS FECHAS NAVIDEÑAS?

¿CÓMO RECIBIMOS LAS FECHAS NAVIDEÑAS?

 

Supuestamente, la navidad es un periodo bonito en el que prima la amabilidad, el amor, la generosidad, la armonía.... pero, ¿qué pasa cuando no es así, cuando lo que sentimos es desasosiego, tristeza, enfado...?

En general, nadie se siente indiferente ante estas fechas. Periodo de transformación, en la ciudad vemos un cambio de decoración, en las calles, en los negocios vemos mayor afluencia y personas con ilusiones envueltas en papeles coloridos y lazos , los restaurantes y bares están repletos....

Este artículo pretende ayudar a aquellas personas que sienten emociones de tristeza, desasosiego, enfado...  ya que las personas que lo viven con alegría el único consejo que les puedo ofrecer es que sigan manteniendo esa felicidad durante todo el año.

Existen diferentes razones para que uno sienta la navidad con emociones contrarias a lo que supuestamente se espera, algunas de ellas las enumeraré a continuación:

1. Al ser una fecha familiar, aquellos que han perdido a algún familiar reviven esos momentos. No quiere decir que el resto del año no lo recuerden, pero la navidad, al ser un período señalado, también queda más marcado en nuestro recuerdo, esos días solemos hacer durante toda nuestra vida cosas significativas, casi siempre lo pasamos con los familiares, comemos algo especial, hacemos, en definitiva, algo diferente que hace que nuestra mente imprima esos momentos de manera más saliente que un día cotidiano. Por eso puede ser una fecha difícil para aquellos que han perdido algún ser querido

2. Además, también al ser fechas especialmente familiares, hay personas que no tienen buena relación con su familia, y se ven obligadas a pasar esas fechas con esas personas. También en su recuerdo pueden estar impresas imágenes de otras navidades en las que ha habido discusiones o infortunios familiares. Por tanto, se ven obligados o bien a no ser ellos mismos y aparentar, o a, probablemente, anticipar en su pensamiento situación de conflicto.

3. Todos aquellos que están lejos de sus seres queridos y no pueden pasar las fechas con ellos. Pasa exactamente lo mismo que en los casos anteriores. La mente es una máquina que codifica información, y la información que mejor retenemos es aquella “saliente” que tiene un significado especial, Por eso es más fácil recordar cada navidad de nuestra vida que cada 5 de febrero de nuestra vida, por ejemplo.

4. Muchas personas comprometidas socialmente, también se pueden sentir, en este caso, especialmente enfadadas, indignadas. Por el consumismo exacerbado, por el despilfarro en adornos, y sentir la controversia de esos actos consumistas con el momento que vivimos económico y medioambiental.

5. Y otras muchas personas que probablemente no estén del todo en paz con sus emociones del momento, se ven obligadas a sentirse en correspondencia con lo que marcan estas fechas, feliz, agradecido, alegre,... al no ser así, su malestar aumenta agravando su tristeza hasta llegar incluso a depresión.

Bien... ¿y qué podemos hacer ante esas emociones? Visto que las fechas están ahí y lo que vemos a nuestro alrededor sigue siendo lo mismo, ¿qué se puede hacer para mejorar el estado de ánimo?

Pues bien, a continuación  propongo una serie de ejercicios que pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo:

1. Empieza el día (durante todo el período navideño) con una meditación. A muchas personas les resulta difícil el ejercicio meditativo. Simplemente al levantarte, reserva 5 minutos, en posición sentada, con los ojos cerrados, con o sin música, si es con música que sea neutra, meditativa. Estas músicas son fácil de conseguir, incluso en youtube se pueden encontrar.  Este ejercicio ayuda a sintonizar con uno mismo. Se puede empezar la meditación simplemente concentrándose en la propia respiración pidiendo que esa respiración sea purificadora y ayude a conectar con el bienestar.

2. En vista de que parecen fechas especiales. Haz algo especial para ti. Algo que te guste mucho. Regálate un momento especial, un capricho, unas palabras bonitas para ti.

3. Relativizarayuda a pasar mejor esos días. “mañana será otro día” como decía Escarlata O’ Hara en “lo que el viento se llevó”... Efectivamente es una frase muy acertada. Mañana quitan adornos y todo vuelve a la normalidad y mi emoción también vuelve a la normalidad.

4. Crear endorfinas. Las endorfinas son las hormonas de la felicidad y hay muchos ejercicios para generalas. Tan sencillo como escuchar música salsa, la luz del sol, abrazar, o respirar reteniendo el aire unos segundos y conectándolo con una sensación en la que nos hemos sentido muy queridos. También las carcajadas (aunque sean forzadas) generan endorfinas. Además de sentirse bien uno mismo, al ser contagiosas, puede ser que contribuyamos a que se sienta mejor la gente que tenemos alrededor.

5. Optimizar el momento. Jugar a hacer la lista del lado bueno del momento, es decir, Intentar hacer una lista, cada día más larga de las cosas buenas que ofrece este período. Por ejemplo: voy a comer cosas muy ricas, tengo unos días libres, puedo hacer una escapadita a algún sitio...; eliminando los juicios añadidos a lo bueno. Por ejemplo: voy a engordar con tanta comida, luego tendré que volver otra vez a trabajar, está mucho más caro el salir... Potenciar sólo lo positivo.

Es importante estar muy centrado en uno mismo, que la experiencia meditativa forme parte de cada instante del día, esto no quiere decir estar sentado sin hacer nada, sino hacer las cosas muy consciente, por ejemplo: caminar sintiendo el suelo en los pies, el peso de cada parte del cuerpo al pisar, sintiendo la temperatura de tu cuerpo, la temperatura exterior. Esto nos ayuda a estar centrado en aspectos vitales y enriquecedores y ayuda a mantener la cabeza limpia de pensamientos nocivos.