EL COACHING Y LA PROFESIÓN

Career Coaching

La gran mayoría de las personas, pasamos gran parte de nuestras vidas trabajando.

Muchos entienden el trabajo como un medio para sobrevivir o adquirir cierto nivel de vida. Otros, buscan reconocimiento, identificándose personalmente con su posición profesional. En estos casos, se suele confundir la identidad con la profesión y, cuando ésta cambia o desaparece, se puede caer en una auténtica crisis vital o diría que casi hasta existencial.

En realidad somos mucho más que nuestra profesión aunque, teniendo en cuenta que le dedicamos tanto tiempo y energía, podemos alcanzar mayor plenitud en nuestras vidas si traducimos el trabajo como SERVICIO y AUTORREALIZACIÓN

Esta tercera opción, más saludable y enriquecedora a mayores niveles que las dos anteriores, pasa por un proceso de autoconocimiento y desarrollo personal que nos permite conectar con lo que realmente somos, con aquello con lo que puedo contribuir en la sociedad y en mi entorno.

El coaching es una herramienta que favorece ese autoconocimiento, recordándonos quiénes somos realmente y aprendiendo a escuchar nuestra propia sabiduría interior. El resultado será único en cada caso: habrá quienes cambien de profesión, quienes se lancen a su propio proyecto independiente o quienes simplemente aprendan a dar lo mejor de sí en sus vidas en general y en su trabajo en particular.

Si la crisis significa cambio, quienes nos sintamos afectados de alguna manera por ella, podemos elegir entre sufrir su crudeza o vivirla como una ocasión para darme una nueva oportunidad. Si busco trabajo desde la ansiedad, mi creatividad sufre una restricción y me resto posibilidades. En cambio, si aprovecho el momento para saber quién soy y qué  y cómo quiero servir y aportar a la sociedad, es posible que ese camino de búsqueda me dé muy buenos resultados, basados en un sentido con dirección.

De nuevo el coaching es un buen aliado también en esa búsqueda, no sólo de mis talentos y motivaciones, de mis mejores maneras de hacer, sino también de hacia dónde quiero dirigir mis pasos y dónde puedo encontrar mejores opciones.

La diferencia estriba en vivir una vida de actividad laboral basada en la espera del fin de semana y, más a largo plazo, de la jubilación, aplazando para entonces el momento para vivir de verdad, o hacer de mi tiempo un arte y algo que merece la pena cada minuto.